lunes, 28 de febrero de 2011

Entrada 11

¡Buenos días, mundo!
    
—Hoy me caí de la cama —dice Paco. Cuando entro en la cafetería ya se encuentra sentado en una mesa del fondo, leyendo la prensa y con el café puesto—. Bueno, en realidad, es para despistar a César —añade.
—¡Da igual!, ya te puse retraso en la semana pasada —responde César—, que sé que estuviste llegando tarde todos los días.
—¡Manda narices! —exclamo—. Que faltó tres días y, en la distancia, andaba controlando si llegábamos y nos íbamos a la hora…
—¡Vaya vacaciones! —remata Paco.
—¿Cómo va el mundo, César? —le pregunto—. ¿Mejor o igual que la semana pasada?
—Mejor desde luego que no —me responde. Un paisano que se encuentra tomando su café a mi lado, mira hacia nosotros con una expresión mezcla de tristeza y resignación—. ¡Hasta el tiempo se ha puesto peor! —. Efectivamente, de nuevo se deja sentir el invierno en la localidad. Por la televisión, “nuestra querida” Ana Belén Roy anuncia cielos grises, lluvia, viento y nieve, para nuestra región.
—Cielos grises, lluvia, viento, nieve… —comento—. No nos va a faltar de nada. Si en la lista Ana Belén hubiera añadido: sol, entonces seguro que acierta. “La previsión para hoy: Nubes y claros con vientos racheados y lluvias intermitentes. Posibilidad de nieve y tormentas.” Así se acierta siempre; es como jugar a la primitiva 49 números.
—Quien sí nos falta es Jose Luís —dice César—, que se nos ha ido a Catar (¿?). Y de Catar pasará por Túnez, y hará una paradita en Libia a saludar a Gadafi. Andará buscando si hay algo que “rascar”…, que aquí “el que no corre, vuela”.
—Que tenga cuidado —digo— que en todos esos países tan revueltos…, a ver si nos lo van a secuestrar y tenemos que pagar un rescate a costa de los presupuestos generales del estado y la fastidiamos. ¡Que no estamos “pa gastos”!
—Visto lo revueltos que andan por allí —comenta Paco— y lo “pacíficos” que aquí estamos, igual va de “pacificador”…

En la televisión de la cafetería dan noticias sobre la situación en Libia, a las que, prácticamente, no prestamos la menor atención. A continuación, cambian a un extenso reportaje, para lo breve del telediario matinal, sobre la entrega de los Óscar (¿desvío de atención?). Bardem, Penélope Cruz y una serie de actores “de cuyo nombre no puedo acordarme” se suceden, posando sonrientes para los fotógrafos, sobre la famosa alfombra roja.

—¡Esos sí que viven bien! —exclama César— a los “comediantes” estos no les afecta nada…
—Oye César —le digo—, que si es por ser comediantes son más profesionales los políticos que ellos, mejores que todas éstas estrellas de Hollywood; algunos hacen actuaciones muy, muy profesionales todos los días merecedoras de montones de Óscar. ¿Ensayarán frente al espejo antes de salir de casa? Siempre pensé —añado— que la carrera política y la de Arte Dramático son bastante parecidas; ¡igual les convalidan un montón de asignaturas entre una y otra! La verdad —añado pausadamente, como si lo estuviera recapacitando— es que la de los maestros también lo es… Todo los días un montón de actuaciones…
—Yo estoy empezando a convertirme —dice Paco—, al club de la Comedia. Bueno, anda —añade—, ¡vámonos!, que ya son las ocho y ocho y nos va a decir algo César.

Me dirijo, tras de Paco, a la salida pero detengo mis pasos al pasar junto a la máquina de tabaco. “No sé cual será el día que deje de fumar, pero hoy va a ser que no”. Así que me entretengo echando moneda tras moneda para intentar alcanzar el elevado precio de un Marlboro. Cuando consigo el objetivo con la ayuda de César en un cambio rápido de billete antes de que la máquina “escupiera” todo lo introducido, reanudo mi marcha al trabajo.
 
—¡Anda Julio, que ya son las 8:09… —me reprocha de forma irónica César a modo de despedida.


Zapatero con con el emir jeque Hamad Bin Khalifa Al-Thani (lo llamará así su madre a la hora de la comida); para los amigos, Ham.

Y para los que no sepan dónde está Catar o Qatar, como les ocurría con Bahrein: