¡Buenos días mundo!
—¡Que sincronización! —me dice César según traspaso la puerta de la cafetería. Son las 8:01 y mi café reposa en la cafetera recién hecho. En la barra, Jose se apresura en poner un euro para invitarme, y un par de personas desayuna tranquilamente repartidas por las mesas—. El que sí que nos falta es Paco; igual no viene.
—¡Uy, ya van dos faltas y varios retrasos, a la siguiente sin justificar le mandamos tres días expulsado a casa —respondo.
—Sí —dice César—, no anda muy estable, está un poco descontrolado.
—El dueño de mercadona…. —comienza César.
—El séptimo millonario más millonario del mundo —le interrumpo—, según dicen.
—Pues dice que el 2011 no va a ser tan malo… —realiza un pausa como si fuera a terminar la frase ahí—, como lo será el 2012 —añade—. Que parece que lo peor está por venir.
—Eso es algo que ya habíamos dicho Paco, tú y yo hace tiempo —respondo—. Entonces, va a ser que no arreglamos el mundo por mucho que nos empeñemos, César. ¡Con lo bien que estaríamos en nuestro chiringuito del Caribe!
En el telediario matinal vuelve a aparecer Rodríguez Zapatero, y de nuevo, como ayer, vuelve a hablar con aire cansado, muy despacio, como pensando cada palabra.
—Oye César —le digo— ¿tú te has fijado como habla este hombre últimamente? Da la sensación de estar dormido, con la vista ligeramente perdida, y como que le cuesta decir cada palabra que va a decir a continuación, que se le ha olvidado…
—Igual es que está dopado —me dice César—. Habrá que fijarse si anda con los brazos colgando, semi-rígidos, como andan todos los de Salud Mental de por aquí. ¿Te has fijado que todos caminan de la misma manera?
—¡Cierto! —por mi mente pasa la imagen de algunos de ellos, caminando como zombies, muy despacio, con la mirada perdida y los brazos colgando; y ciertamente que me recuerdan un tanto a Rodríguez Zapatero... En tal caso, señoras y señores lectores, si esto es cierto, faltaría la confirmación por parte de Paco, César y yo, pero la temible conclusión sería que Zapatero está acabado. Y a falta de Rubalcaba… ¡el PSOE también!
De camino al trabajo oigo las terribles noticias del terremoto y posterior tsunami en Japón. El corresponsal de Radio Nacional comenta como los japoneses suelen estar acostumbrados a los temblores y se ríen ante la cara de susto de los turistas cuando ocurre alguno; pero esta vez, los camareros del sito donde le pilló el suceso se tiraron al suelo y se escondieron inmediatamente debajo de las mesas, lo que hizo prever a dicho corresponsal que la cosa iba muy, muy en serio. Temo los avatares de la naturaleza; siempre pensé que algún terrible fenómeno natural está por venir a fin de frenar las terribles condiciones a las que las poblaciones humanas están sometiendo al mundo. Sin embargo, temo aún más los fenómenos antinaturales, aquellos producidos por el propio ser humano. Esos sí que me dan miedo…. No obstante, tranquilos señoras y señores, que el mundo no se acabará, la naturaleza es muy sabia y la vida perdurará en este fabuloso mundo en el que vivimos; no puedo decir lo mismo de la especie humana, esa sí es posible que se extinga…
